Sufren las compañías, sufren los destinos

Post publicado por Josep Andreu Casanovas, director de la división de turismo de CEGOS.

En los últimos meses no cesan de aparecer noticias alarmantes relacionadas con la compañía irlandesa de bajo coste Ryanair. Haciendo un pequeño ejercicio de memoria se pueden recordar noticias de fechas recientes que hacían referencia a un avión de la mencionada compañía con destino a Tenerife Sur procedente de París que tuvo que tomar tierra en Madrid por un fallo técnico; también otra noticia se refería a otra aeronave  de la compañía con origen en Bristol y destino Reus que se vio forzada a aterrizar en Barcelona también por problemas técnicos u otro vuelo de Ryanair Madrid-Gran Canaria que regresó a Barajas una hora después de despegar a causa de una despresurización.

Aunque estos incidentes no son padecidos exclusivamente en los aeropuertos españoles, recordemos el aterrizaje forzoso del vuelo Pola (Croacia) a Oslo en Bérgamo, o el episodio de chinches en el vuelo Londres-Roma, no es menos cierto que esta compañía está muy vinculada a numerosos destinos turísticos españoles, siendo ésta en algunos casos prácticamente la única compañía que opera en los mismos. El remate, un tanto surrealista, ha sido el reciente incidente en el cual en el aeropuerto de Valencia se prohibía acceder a una pasajera a un vuelo de Ryanair por llevar un libro y un poster, además del bolso de mano.

En tales condiciones cabe preguntarse hasta qué punto la imagen de la compañía aérea puede afectar a esos destinos, o incluso si pueden confundirse cuando se asocia la aerolínea al destino por ser el principal medio de acceso al mismo.

Hay que aplaudir sin reservas la actuación de los responsables del ejecutivo español orientada a despejar dudas sobre la seguridad de la compañía, así como la investigación que ha abierto la defensora del pueblo fruto de las 1.200 incidencias que se han producido desde principios de año. Dejando claro que lo esencial es la seguridad de los pasajeros, no hay que olvidar, como comentaba anteriormente, los efectos que la imagen de la compañía tienen para nuestros destinos. Por todo ello me pregunto: ¿Cómo podemos seguir apoyando a una compañía aérea que tiene su seguridad en entredicho? ¿Cómo es posible que esta compañía no haga todas las demostraciones posibles para despejar cualquier duda relacionada con su seguridad? 

Vuelos de bajo coste

Entiendo que los destinos que dependen fundamentalmente de esta compañía no deben contribuir a generar una alarma que les afectaría directamente. Pero, a la larga, podría acabar afectándoles.

No me imagino una empresa automovilística comprando los componentes del sistema de frenado a un proveedor cuya fiabilidad está en entredicho a la espera de que no suceda nada grave. De la misma forma no entiendo que los destinos más dependientes de esta compañía no exijan una verificación que despeje cualquier duda sobre la seguridad de la compañía. Todos saldrían ganando.

J.A. Casanovas

Director de la División de turismo de CEGOS

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